LA VERDAD DEL EXORCISMO

El exorcismo consiste en la expulsión de un demonio del cuerpo de una persona y es una práctica aprobada por la Iglesia Católica, pero que debe ser ejecutada por un sacerdote autorizado por el Obispo, que a su vez recibe la autorización desde la Santa Sede.

Sin embargo, el exorcismo también existe como tal en otras grandes religiones como el judaísmo y el islamismo, y sus prácticas varían en función a las doctrinas de cada religión.


En la fe católica, el exorcismo se realiza a través de una serie de oraciones con las que se invoca el poder de Jesucristo para que expulse al ente demoníaco del cuerpo de la persona.

Esta es una práctica que requiere de una gran fe religiosa, ya que la oración es la única forma en la que se puede conseguir el éxito en esta labor. Además, no es el hombre quien expulsa al demonio, sino el mismo Dios al que se invoca a través del rezo.

Para la ciencia médica, la posesión demoníaca no existe. Según los siquiatras es una alteración mental, pero que debido a la creencia del afectado sobre su posesión, debe ser tratado bajo los principios de su fe. Es por ello que los resultados suelen ser positivos en esto, según los médicos.

Hoy en día, la Iglesia Católica cuenta entre sus especialistas con médicos y siquiatras que realizan una gran cantidad de análisis clínicos y otras pruebas mentales, y sólo cuando se descartan todas las posibilidades de que se trate de un mal orgánico, es que se recurre al exorcismo.

El sacerdote encargado de un exorcismo debe ser una persona altamente preparada para estas prácticas, y tiene que estar dotado de mucha paciencia y gran fuerza en su interior para evitar las tentaciones demoníacas que encontrará en el proceso.

Es un ritual que implica mucha oración, la lectura de Salmos, del Evangelio, así como gran cantidad de ruegos y agua bendita para esparcirla sobre el poseído.